SAN LUIS.- Nada resultó sencillo ayer en el Rally de San Luis para los pilotos, incluidos los dos tucumanos. Al final de la jornada, sólo uno de ellos logró llegar a la meta: Juan José Gil De Marchi. Gerónimo Padilla, en cambió, vivió una frustrante etapa, en la que debió abandonar por la rotura del embrague de su Ford Fiesta.
"Juanjo" no inició bien la jornada, ya que experimentó inconvenientes en el motor del Chevrolet Agile Maxi Rally. Al poner las marchas altas perdía potencia; y luego de que el coche atravesaba un vado, quedaba en tres cilindros. Además, el aguilarense notó una vibración en los frenos. Para peor, el navegante Mauro Albornoz se sintió enfermo, con cólicos estomacales y algo de fiebre. Pese a todo, en los últimos primes recuperó terreno en el clasificador. Así, se ubicó 4º en la general y 3º en la Clase 3, a 1’29" de la vanguardia.
"El auto se mostró flojo toda la etapa. Lo bueno es que en los últimos especiales reaccionó y terminó entero. Esto es bueno para encarar la segunda etapa, que será todo sobre asfalto, una superficie que no es de mi agrado", dijo Gil De Marchi.
Las malas noticias comenzaron para Padilla (navegado por "Richard" Kember) antes de largar, ya que tuvo un problema con una masa del Ford, por lo que penalizó 40" a la salida del parque de asistencia. Más tarde, y a dos kilómetros de la finalización del primer especial, "Gero" comenzó a sentir que el embrague del coche fallaba, hasta que dejó de funcionar. Por tal motivo, quedó nuevamente fuera de competencia.
"Es una lástima. Ahora, ya con el auto reparado, saldré en la etapa de asfalto a demostrar lo que sé hacer y lo que puede hacer el auto en este tipo de superficie", dijo Padilla. (Especial)
Info La Gaceta.- Foto Bellido
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