SuperMotard

De las Picadas al Super Motard
Gustavo Exequiel Gonzalez, el joven de 19 años es uno de los animadores del campeonato argentino de Supermotard

Casi no habla, pero cuando abre la boca, lanza palabras profundas, bien filosas, capaces de lastimar. "Ahora estoy disfrutando lo que es competir en una prueba. Antes lo hacía de manera clandestina. Varios de mis mejores amigos se murieron a la par después de haberse caído. Son golpes que no me voy a olvidar jamás". Así se presentó Gustavo Exequiel González, el tucumano que dejó las picadas clandestinas para ser protagonista en el Supermotard, una nueva categoría del motociclismo argentino que crece a paso agigantados en el país.

- ¿De qué se trata esta especialidad?
- Es una mezcla. Se corre en pista, parte en tierra y además hay saltos. Es como si estuvieras en carreras de pista, enduro y de cross al mismo tiempo.

- ¿Qué se necesita para poder sobresalir en esta categoría?
- Mucha habilidad y técnica. Se corre en tierra y se salta con cubiertas de pista. Es muy difícil dominar la moto. Hay que tener aguante para hacerlo. A mí me ayudó haber hecho speedway. Tengo mayor control de la moto.
Gustavo se pone serio. Después de contar que jugó al fútbol en las inferiores de Atlético y al rugby en Bajo Hondo, confesó que a los 10 años comenzó a correr picadas y ahí se dio cuenta de que la velocidad en dos ruedas era lo suyo.

- ¿Cómo empezaste?
- Corriendo picadas, en el autódromo. Era todo muy casero. La preparación de la moto, los reglamentos, el espectáculo. Ahí se hacía todo a pulmón. Con ayuda de mi familia llegué a correr picadas en Santiago del Estero. Allí gané dos veces en el festival 25 de Mayo en el que asisten más de 20.000 personas. Ahí me descubrieron.

- ¿Y que pasó después?
- Un señor Portillo me llamó para que vaya a una prueba de Rafaela. Me prestaron una moto y anduve bien. René Zapata me vio y me preguntó si quería ingresar a su equipo. Acepté y corrí mi primera carrera en el Argentino. Terminé segundo, en Villa María. Fue una experiencia inolvidable y quiero ir por más. Mi sueño siempre fue correr en motos grandes, y ahora lo estoy logrando.

González casi no tuvo tiempo de acostumbrarse al gran salto que dio en su corta carrera deportiva. A pesar de haber hecho podio casi en su presentación, el joven de 19 años sabe que está conociendo un nuevo mundo.

- ¿Cuál es la diferencia que encontraste?
- Y... todo es muy distinto. En primer lugar ya no estoy corriendo para tener la moto en condiciones, sino que tengo un equipo que me la prepara. También son muy exigentes con los pilotos.

- ¿Qué requisitos tenés que cumplir?
- De todo. Me dieron una dieta especial que debo cumplir para mantener el peso. También mucho gimnasio para tener una mayor masa muscular; mucho sauna y baño finlandés para eliminar todas las impurezas y recuperarme de todos los golpes.
- ¿Volverás a correr picadas?
- Noo. Eso ya fue. Las tengo totalmente prohibidas, pero por más que lo hayan aclarado desde un primer momento, tuve la suerte de que me surgiera una chance para dejarlas. Ojalá que a muchos chicos les pase lo mismo.

Info: La Gaceta.-

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