"Me paso todo el día en el taller" dijo el piloto, dominado por la ansiedad Los días le resultan cortos para concretar todos los trabajos que debe efectuar. Pero Lucas Mohamed no se entrega. En el taller de Yerba Buena, el VW Gol que reemplazará al dañado en la última fecha de la Clase 2 del Turismo Nacional en Córdoba es un gran rompecabezas. "La ansiedad que tengo es similar a la incertidumbre. Mientras, el tiempo pasa, y la fecha prevista en General Roca del 2 al 4 de septiembre se acerca", señaló el corredor.
"Si hoy me preguntan, no sabría decir cuándo voy a terminar de armar el auto. La idea es probar en Las Termas, el próximo fin de semana. Pero por ahora es sólo un plan", dijo el yerbabuenense.
La unidad en la que se efectúan trabajos de reacondicionamiento y ajustes fue traída por el piloto, y por su papá "Lito" desde Rosario. Pertenecía a Sergio Castro y tiene pocas carreras efectuadas.
"Estoy durmiendo poco, me paso todo el día en el taller. Por más ayuda que tenga, hay cosas del auto que sólo yo sé cómo van, porque las hice personalmente. Anclajes, cunas, portamazas, reparación de frenos, el tanque de competición, todo está en etapa de preparación, de análisis. Siento que todo en el chasis está muy crudo, que hay piezas de las que no sé qué respuestas tendrán. Mientras tanto, mi papá sigue adelante con la preparación del motor y de la caja de cambios", sintetizó Mohamed.
Entre tanta preocupación, el piloto y su equipo siguen recibiendo el apoyo de los amigos, auspiciantes y fanáticos. "Eso me levanta el ánimo, día a día. Todo el mundo está pendiente y lo agradezco. Y entre tanto apoyo recibido, quiero destacar el que me dio Sixto Anzonor, propietario del ingenio La Trinidad y toda su gente. Se pusieron a disposición desde un primer momento y fueron factor clave para que pueda pagar el auto que traje desde Rosario", concluyó el corredor del TN.
Nota extraida La Gaceta.
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