El polaco Michal Kosciuszko protagonizó uno de los bloopers del 31º Rally de Argentina (y quizá uno de los más importantes de la historia de la carrera).
Se corría el último tramo del día, desde El Cóndor hasta Cuesta Blanca, cuando el Mitsubishi Lancer del europeo sufrió un problema mecánico. Todos los autos tienen dos botones de emergencia: apretando el primero, la organización recibe una señal que alerta sobre algún desperfecto mecánico...
Pero apretando el segundo, se envía una señal que alerta sobre un accidente grave, lo que obliga a la organización a cortar la ruta y activar todos los mecanismos para salvaguardar la vida de los pilotos.
Bueno, Kosciuszko le erró al primer botón y metió el dedazo en el segundo. Por eso, la última Prueba Especial se cortó casi a la mitad y los que venía detrás del polaco llegaron al Parque de Asistencia por una ruta alternativa.
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