En 2010 disputó su primer Rally Dakar en moto y finalizó la competencia en una destacada 31° posición. Un año después volvió a competir en dos ruedas, aunque en esta ocasión no tuvo suerte y debió abandonar en la 3era etapa. En 2012 decidió probar suerte con un Buggy, pero muy cerca del final tuvo un inconveniente y también quedó a la deriva de la carrera. En esta edición, su ciudad natal será la encargada de acoger a los pilotos en el día de descanso, y por ello Rodolfo Bollero tuvo un inventivo extra para volver a competir.
El tucumano estuvo cerca de quedarse afuera por falta de presupuesto, pero finalmente consiguió el apoyo de auspiciantes particulares y el 5 de enero estará en Lima. Por tercera vez, Bollero eligió competir en moto, un vehículo que le genera mucha adrenalina y le permite aspirar a terminar la competencia entre los mejores argentinos.
R.B. “Volví a elegir la moto porque es lo que más me gusta y es la que te genera más adrenalina. El objetivo es el mismo del 2010, dar la vuelta y estar entre los mejores argentinos. Mi situación fue complicada ya que me faltaba presupuesto y por eso mi participación no estaba definida. Por suerte pude conseguir auspiciantes que lo hicieron posible. Lo más difícil va a estar en las primeras cinco etapas y en los médanos. Allí será clave mantener la concentración y un ritmo parejo para no desgastar tanto el físico y llegar bien a la Argentina”
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