Personaje si los hay en el motocross, y con sólo 12 años. Lautaro Toro es un piloto que dio muestras esta temporada de que tiene lo necesario para ser un deportista de alto rendimiento, a bordo de su moto. Donde corre, se destaca. Y fundamentalmente lo hace en tres campeonatos: el Argentino (está 2º), el Provincial (1º) y el Regional del NOA (2º).
Para el primero de los certámenes, su próximo desafío tiene fecha y lugar: el 12 de diciembre en Chilecito, La Rioja. Para el segundo también: el fin de semana en Concepción.
"Con la participación en el Argentino obtuve un buen ritmo de carrera y mi nivel creció", indicó Toro. La realidad le da la razón: en el torneo nacional marcha segundo en su primer año de competencia.
Aquel logro fue el nacimiento de la confianza fortalecida que porta Toro. La participación en el campeonato que organiza la Confederación Argentina de Motociclismo Deportivo fue clave para entender qué cosas debe perfeccionar. "Tengo que esforzarme más en el gimnasio y hay que hacerle más ajustes a la moto", apuntó el adolescente, hijo de César y Alejandra.
"Por ejemplo, en la última carrera en General Alvear, Mendoza, había arena. En ese terreno, la moto no tracciona igual que en un piso duro. A los otros pilotos les pasaba lo mismo, pero andan más fuerte. Además, yo soy más ’gordito’ y ellos más ’flaquitos’ por eso en el gimnasio tengo que bajar kilos", precisó. Lautaro ya tomó las medidas necesarias para que en la próxima temporada todo sea mejor: tres veces a la semana realiza una rutina cuidadosamente dirigida por su preparador físico Juan Ignacio Sánchez y ya pasó las órdenes necesarias al preparador de su moto Juan Bustos.
Por una meta
Lo más cercano en el tiempo para él es la chance de lograr su primer título en el torneo local. "Si salgo primero en la primera manga, soy campeón. No importa si no es en la final", explicó Toro.
Como el panorama es tan favorable, el alumno del colegio San Francisco no da signos de preocupación alguna. "Tengo confianza", respondió con seguridad ante la pregunta referida a una inminente victoria.
Avalado por los rendimientos de una temporada más que positiva, Toro observa la luz verde y deja que su confianza acelere al máximo. Y tiene con qué.
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